lunes, 2 de febrero de 2015

El Ebro mete miedo a los habitantes de las riberas El Ebtro guarda silencio/ al pasar por el Pilar../ (Jota tradicional aragonesa) El Río Ebro ha inundado una vez más, a Miranda de Ebro. La localidad fue anegada por las aguas. La gente de Miranda y de otros muchos pueblos ribereños no pudo dormir tranquila, mejor dicho, no pudo pegar ojo, pensando en que las aguas podrían entrar en sus casas y amenazar sus vidas. Cuando el río suena, agua lleva, y ésta vez el río sonaba bastante fuerte, pues desde du nacimiento en Fontibre, Santander, venía acumulando agua de los afluentes de la montañas. En 2003 tuvo lugar la crecida del Ebro más importante de los últimos 40 años. El río desbordado extendió sus aguas y éstas ofrecían la imagen de un inmenso lago que cubría la tierra. A su paso por Zaragoza, los puentes macizos apuntalaban sus anchos y fuertes pies en el suelo para evitar que las embravecidas aguas destruyeran lo que tanto tiempo y tanta mano de obra costó levantar sólidamente para resistir las embestidas del oleaje fluvial que arrastraba todo lo que se ponía a su paso. Pero esta noche en mi casa de Sevilla, pienso en las miles de personas que no podrán pegar ojo, que no dormirán, que verán peligrar sus pequeñas haciendas, sus modestas casas, sus animales de tiro, sus cosechas anegadas por las aguas, y sobre todo, el temor a que la furia desatada del agua, pueda además de hacer daños materiales irremplazables, amenazar las vidas de las personas.Y estas noches de temor, de miedo ante el impetu desbordante de la naturaleza, trato de ponerme en el pellejo de esa gente sencilla, trabajadora que fía sus cosechas y sus ahorros a un futuro incierto, y que ve ahora como estso desastres naturales pueden causarles la ruina. Y me pregunto si habrá declaración de zona catastrófica, y si las autoridades actuarán con responsabilidad tratando de restañar las pérdidas, y pregunto que harán ante este drma, los partidos políticos, todos sin excepción, incluidas las nuevas formaciones que arrastran tras de sí a la indignación de miles de personas, que reflexionando bien lo que hacen, o dejándose llevar por la marea que anuncia un tiempo nuevo, cuantas veces hemos oído, esos cantos de sirena con promesas que son luego, muy difíciles de cumplir. Ahora vemos a los partidos, todos, como afilan sus lanzas para entrar en contienda electoral y nos preguntamos si antes de entrar en desigual batalla, no deberían esos partidos dejarse caer estas noches por los escenarios del miedo, y consolar a esas gentes que sufren ante la posibilidad de perder lo poco que tienen. Y no sé si los políticos tendrán agallas para esos gestos, o estarán más atentos a la próxima encuesta para ver si sigue rugiendo la marabunta, y si se ha mejorado en algunos puntos la mala nota de la anterior encuesta. Desde el Sur, solidaridad con las gentes y los pueblos afectados, y un mensaje de ánimo y de resistencia ante la fiereza de las aguas del Ebro y de otros ríos que desbordan, en el ecuador del invierno, decenas de pueblos y ciudades atemorizando a la población. Resistir, paisanos ibéricos, porque tras la tempestad, seguro vendrá la calma, y que ésta llegue más pronto que tarde.

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