lunes, 5 de diciembre de 2016


Domingo, 4 de diciembre de 2016
(En respuesta a un poema con el mismo motivo de mi amigo Plácido Osuna. Gracias al tuyo, Plácido, salió este otro del fondo del mar)

Cementerio marino (Homenaje a Paul Valery, 1871, Séte, Francia -1945, Séte, Francia)

Este rumor del mar/ esta cadencia angustiosa/ del oleaje vivo-muerto/ que rompe contra la orilla./ Estas caracolas de silencio/ sordo, que denuncian maldades/ que nos trasladan gritos de agonía/ mensajes de socorro que se ahogan/ sobre las olas nocturnas/ sobre las ondas de espuma negra/ avistando por última vez/ la costa ansiada de la esperanza/. Me enseñas, mar, tu belleza/ me muestras tus encantos verdeazules/ me susurras tus secretos guardados/ bajo la llave azul de tu memoria de sal./ Y me sugieres, !Oh, desdichado de mi!/ Que me sumerja en tu silencio oscuro/ para ver lo que ocultas y lloras/ cada día, cada noche, cada eternidad/. Y temeroso tomo aire y desciendo/ hasta la sima de la muerte/ y observó !Ay de mi!, multitud de cadáveres/que ahogan sus gritos, pidiendo justicia/ Y unos son niños y niñas  africanos/ otros son adultos de Oriente Medio/ mujercitas etíopes embarazadas/ muchachos argelinos, libios, marroquíes/ Padres e hijos sirios, turkos, irakies/ todos descansan sobre el fondo marino/ todos deseaban una vida digna en libertad/ que el mar y Europa se han tragado para siempre/. (Ezequiel Martínez)

En Octubre de 2016, visitamos Séte, en el Sureste francés. Entre Beziers y Montpellier. Séte se ve reflejada en el Golfo de León, cuyas aguas forman parte del Mar Mediterráneo. Cerca del puerto viejo de Séte y subiendo hacia el monte de Santa Clara se halla el Cementerio Marino que inspirase a Paul Valery, y que visitamos una mañana otoñal. A la entrada del Cementerio que se inclina hacia el mar, hay una indicación que señal la dirección hacia la tumba de Valery, así como hay otra indicación que aclara que la tumba de Georges Brasens, no está en ese cementerio sino en otro de la localidad, pues el genial cantautor nació en Séte como Valery. Seguimos las indicaciones. Paseamos por varias callecitas del cementerio y sacar algunas fotografías de las diferentes tumbas que ofrecen descanso y paz a quienes vivieron durante años y murieron irremisiblemente cuando la vida les abandonó bien siendo mayores y ancianos o peor, cuando por falta de salud, o por accidente la vida les fue arrebatada a esas personas siendo todavía jóvenes, o niños, en el peor de los caso. Con el mar, gris aquella mañana, siempre de testigo de fondo, llegamos ante la tumba de Paul Valery, en la que había unas flores frescas señal de que alguien cuidaba la memoria del poeta.
Así comienzan los primeros versos del Cementerio Marino

I/ Ese techo, tranquilo de palomas,/ Palpita entre los pinos y las tumbas./ El Mediodía justo en él enciende/ El mar, el mar, sin cesar empezando/

La meditación del cementerio, señala Gustave Cohen (en la explicación que dio en la Sorbona sobre la obra de la que Jorge Guillén es el traductor de la V edición en 1983 de Alianza Editorial, de la que dispongo), sigue la tradición de los Young, de los Chateaubriand, de los Lamartine y de los Hugo, pero elaborada en un sentido muy distinto, por cuanto impregnaba de la metafísica familiar al poeta. Los atractivos del lugar son múltiples, señala Cohen, y no sólo de orden sensorial: las cruces, las palomas del Espíritu Santo, las estatuas inclinadas y los ángeles protectores, consuelos que la fe ofrece a los creyentes postrados ante las imágenes. Que la mar, “chienne espléndide”, guardián de ese santuario, aparte estas seducciones, que perturban la meditación del poeta y son la tentación de su indiferencia religiosa.

Y así concluye el último canto, el XXIV, del Cementerio Marino

El viento vuelve, intentemos vivir
Abre y cierra mi libro al aire inmenso,
Con las rocas se atreve la ola en polvo.
Volad, volad, páginas deslumbradas.
Olas, romped gozosas el tranquilo
Techo donde los foques picotean.

Fotos: 1, 2 y 3: Restos de pateras en la costa de Tarifa
Fotos: 4,5: Séte, Cemenerio marino y tumba de Paul Valery
Foto 6:  Cabo Formentor, Mallorca







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