lunes, 29 de septiembre de 2014

"HIGUERA, hace ya mucho que percibo tu significación,/ como saltas casi enteramente el florecer,/ y dentro en el fruto resuelto a tiempo preciso/ acucias, recatada, tu propio secreto", (Sexta Elegía,  Rainer María Rilke)

La Higuera en plenitud. Sus ramas rinden pleitesía a la Tierra, y se comban buscando cerrarse en si mismas y en torno al tronco grisáceo y viejo del árbol que puede tener sus 25, 30 o quizá más años. En junio empezaron a apuntar los botones verdes, señales de que el fruto comenzaba su nascencia. En julio el fruto iba cogiendo cuerpo, pero fue en agosto cuando la higuera empezó a alegrarse con la maduración de algunos de sus higos. Durante agosto y setiembre la higuera agradeciendo mis cuidados ha ido dándome sus frutos, verdes primero y violáceos después, indicando el momento preciso en que hay que buscándolos entre las grandes hojas verdes, hay que cogerlos con suavidad y desprenderlos de las ramas. Dice el refrán: Por San Miguel, 29 de setiembre, los higos son miel.
Cogimos unos tres kilos bien pesados en un peso de cocina. Una tarde dominical los pelé cuidadosamente  y fui depositándolos en una olla mediana. Añadí, algo menos de la mitad de azúcar, un kilo 400 gramos. También le puse el zumo de un limón y medio. Deje macerar media hora. Removí. Puse la olla a fuego medio, removí la masa azucarada. Añadí, media copita de PX de la D.O.  Montilla-Moriles, y una varita de canela en rama, y 5 especias de clavo. Seguí moviendo, mientras escuchaba la "Suite para violonchelo nº 1 en sol mayor de Bach. Al cabo de 50', retiré la olla del fuego. Con una pimer desmenucé los fragmentos mayores de los higos. Volví a calentar a fuego lento y a mover de forma slow, la masa que se iba transformando en mermelada, y siemopre usando una cuchara grande de madera. Al cabo de unos quince minutos, apagué el fuego. Dejé que la olla se enfriara. Con una cuchara grande fui llenando los frascos previamente bien lavados al baño maría. Cuando los frascos están llenos se sumergen en otra olla más grande con agua a punto de ebullición. Y se dejan uno minutos al baño maría, para esterilizar. Se apaga el fuego y se retiran los frascos de la olla. Se dejan enfriar. En el ordenador escribes las etiquetas con el producto: mermelada ecológica de higo del Aljarafe sevillano. Ingredientes si quieres, y fecha aproximada de consumo, antes de las elecciones municipales de 2015.

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