En la actualidad, varios monjes hermanos maristas cuasi seglares, cuidan de Villa Onuba. El jardín de Villa Onuba se creó hace un siglo por Guillermo Sundheim, empresario alemán que le cogió gusto a la sierra de Aracena. Además de residencia donde algunas familias pueden pasar algunos días de reposo en este lugar de paz y sosiego, aquel Sundheim nos dejó un legado impagable, pues sembró especies de árboles americanos y asiáticos, y hoy éstos ejemplares aparecen bien crecidos, robustos y centenarios asombrándonos por su porte, su circuenferencia y por su altura. El cedro del Himalaya mide 5,80 m de circunferencia, y alcanza los 50 metros de altura. Se necesitan cuatro o cinco personas para abrazarlo. La secuoya que alcanza más de 50 metros de altura, el diámetro es inferior, unos cuatro metros, pero es igualmente portentosa, como los pinos que hermanados, se elevan hasta el cielo azul buscando la luz, o algunos pinsapos (abies pinsapo) que sólo existen en Grazalema, Sierra de las Nieves, y en elAtlas marroquí, y en Villa Onuba. Varios ejemplares bellísimos de árboles finos "Júpiter", nos ofrecen su delicada flor rosada. Un camino aparece escoltado por parterres de boj, arbusto de tallos derechos y hojas verdes pequeñas y ovaladas, parecido al mirto o arrayán, del que yo tengo un arriate separador. Si vais de Aracena a Cortegana y/o a Galaroza, en el desvío segundo a Fuenteheridos, ahí veréis el indicador: Villa Onuba. hay que pedir permiso a los maristas.
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