viernes, 22 de julio de 2016

LA CAÑADA DEL RABADAN, LA COLONIA DE FUENTE PALMERA
La Cañada del Rabadán, es una aldea, un pequeño pueblo, una pedanía de la Colonia de Fuente Palmera. Antiguamente fue conocido como Baldío de Rabadán y perteneció a Ecija. También se la conoció antuguamente como Cañada del Paguillo.En tiempo de la colonización de Carlos III, se instalaron chozos a un lado y otro de la vía pecuaria que unía Fuente Palmera con Ecija. Y allí fueron llegando algunos apellidos centroeuropeos y otros andaluces de los pueblos del contorno. Y la Cañada fue creciendo. Ha llegado a tener 1.000 habitantes, hoy, en 2016, son 780 habitantes. En los últimos 20 años la Cañada ha perdido el 25% de sus vecinos. Había 148 niños y niñas, ahora quedan sólo 64, y en 5 años se ha perdido el 15% de los alumnos. Hay una Asociación de vecinos "Tierra de nadie",  que lucha por mantener vivas sus raíces que no son otras que de la Colonia y está presidida por Manuel  Alvárez que con el apoyo de Curro Vidal, uno de los fundadores de esa empresa emblemática de la Cañada, "Roviper" que se dedica a la producción y envasado de aceite de oliva virgen extra y de legumbres, como garbanzos, alubias, lentejas y arroz, llevan a cabo una labor encomiable junto a otras vecinas y vecinos que reclaman ser de Fuente Palmera. Una cuña del territorio y un Decreto de 23 de diciembre de 1870, en la época del rey Amadeo de Saboya. El decreto se aplicó para el deslinde del territorio y ahí es donde los legisladores de la época enfangaron una interpretación que trae de cabeza a los cañeteros y cañeteras, gentilicio de los habitantes de la Cañada, y al Alcalde de la Colonia Francisco Ruiz, que ha mantenido reuniones con el Alcalde de Ecija tratando de desatascar este contrafuero, pues no se entiende que si Fuente Palmera proporciona todos los servicios como agua, luz, recogida de basuras, infraestructura y saneamiento y concede licencias de obras, Ecija se acoge a no se sabe que prerrogativas derivadas de un farragoso deslinde para paralizar las obras de los colonos, y además les exige el pago del impuesto por realizar la obra, el IBI, etc. Según recoge el cronista oficial de la Colonia, Francisco Tubío Adame en su "Historia de la Colonia de Fuente Palmera 1768-1900", el Fuero de población para las nuevas poblaciones de Sierra Morena y Andalucía estuvo vigente desde 1767 hasta marzo de 1835 en que fue derogado por Decreto de la Reina Regente Isabel II, entrando las nuevas poblacions a ser gobernadas por el Régimen ordinario. El artículo 2º de aquel Decreto novecentista señalaba: "Los pueblos, aldeas y caseríos que en la actualidad componen las nuevas poblaciones de Sierra Morena  se agregarán a las provincias y partidos dentro de cuyos límites se hallen situados y dependerán en lo sucesivo de sus respectivas autoridades civiles, económicas y judiciales.  
El Ayuntamiento de Fuente Palmera y el de Ecija quieren sacar adelante un Plan de Ordenación Intermunicipal para regularizar los mapas y el territorio afectado y dar seguridad jurídica y administrativa a los cañeteros y cañeteras, pues se da la circunstancia kafkiana de que una parte de las casas que se construyeron a lo largo de la cañada, las que están a la izquierda en dirección de Fuente Palmera a Ecija, se hallan en territorio que al parecer pertenece a Ecija, y Sevilla, mientras que las situadas a la derecha de la Cañada (hoy carretera y Avenida de Andalucía), que une Fuente Palmera con Ecija pertenecen a FuentePalmera y Córdoba. En mi función de pregonero pregunté desde el escenario a las más de 300 personas que llenaban la plaza de la Cañada, ¿Cuántos os sentís cordobeses y colonos, de Fuente Palmera? Las manos se alzaron abrumadoramente en señal de aquiescencia. Pregunté luego y ¿Cuántos os sentís pertenecientes a Ecija y Sevilla? dos manos se levantaron tímidamente. ¡Ea, dije al alcalde pedáneo Juan Osuna y al Alcalde de la Colonia Francisco Ruiz Moro, ahí tenéis el referéndum clarificador.
Fue una velada encantadora en la que el vecino Francisco Jiménez Carmona "Currete", pastor y poeta quedó encantado con el pregón y me dedicó una poesía, pues hace poesías como quien cose y borda, y esto me dijo: "Para el señor Sequié: Todos debemos pensar/ que hembra/ que arrecoje cada cual/ en su vida, lo que siembra". Luego, más romántico, le dedicó dos poemas recitados a Aroa Moro,  Alcaldesa de Ochavillo del Río, que no sabía como desviar la atención del octogenario vate "estoy pisando los 80" me dijo, que intensificaba su producción poética admirado de la belleza de Aroa. Nos despedimos, cogió su bici triciclo y Currete se perdió en la noche de La Cañada, mientras la luna casi llena le iluminaba el camino hacia su casa. En el transcurso del pregón entrevisté brevemente a Rosa Vidal, una de las mejoras recolectoras de algodón cuando era joven y a Juan Rosa, de 80 años y suegro de Manuel Alvárez, quien nos habló de La Cañada cuando tenía chozos, y la gente sembraba en las suertes que les habían tocadp a cada cual, refiriéndose a las tierras o pequeñas parcelas que se les donaron fruto de la colonización. Juan fue emigrante a Francia y a Alemania, pero al final decidió volver a su Cañada donde es feliz viendo crecer a sus nietos. Entrevistétambién a dos chicas jóvenes: Lidia Castell de 21 años, filología inglesa, y a Cristina Rovira, trabajadora social de 21 años, quienes se mostraron orgullosas de ser cañeteras y de vivir y trabajar por su tierra. Quique González Mestre, mi amigo hizo una presentación magnífica de mi persona. Concluimos la noche tomando cervezas, unas tapas, y unos gintonics, escuchando historias a jóvenes y a mayores sobre la Cañada del Rabadán, una pedania de Fuente Palmera, cuyos habitantes quieren seguir siendo lo que siempre han sido, cañeteros y cañeteras, pegados a Fuente Palmera y a Córdoba, y lejos de Ecija y de Sevilla, de los que no reciben más que escritos para conminarles a que paguen por obras, cuando ni siquier se acercan a este pueblo, como ocurrió anoche en el pregón de las fiestas de Santiago, el patrón, que los ecijanos, brillaron por su ausencia, luego poco aprecio vecinal y territorial deben tener hacia este pueblo al que le reclaman impuestos. Fotos: El alcalde de Fuente Palmera, Francisco Ruiz Moro, dirigiéndose al público; la plaza a reventar; elpregonero con Antonio Adame, empresarioagrícola y con Quique González Mestre, concejal de cultura de Fuente Plmera, y el pregonero en plena faena. 



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