ALMERÍA
Saben a salitre tus tardes marineras. HUelen a jazmín y a dama de noche los rincones de las casas de tus pueblos ribereños y de interior. Gozan los oídos con el susurro del mar y el rodar de los infinitos guijarros arrastrados por las olas que llegan exhaustas a morir-vivir sobre la arena o las piedrecillas de las playas.Estos días nos has ofrecido Almería, en un lugar de tu mapa situado en el Cabo de Gata, silencio, sosiego y paz para equilibrar la armonía de nuestros cuerpos y nuestras mentes cansadas de ajetreo profesional, y político social de estas calendas. Hemos disfrutado de tus aguas cristalinas verdes y azuladas del Mediterráneo que bañan tus costas y se adentran pacíficamente en las playas y calas para embellecer el árido paisaje, el desierto interior, las montañas pétreas carentes de arbolado, cuyo suelo protegen masas de espartales que amarillean las laderas. Nois hemos sobresaltado con el avance de la plaga de la cochinilla del carmín que cubre de blanco algodón las pencas de las chumberas y las reseca hasta matarlas, y esto ocurre en torno a la Alcazaba bellísima que se alza de noche y de día como protectora de Almería desde los tiempos de la dominación árabe, peo también ocurre en la comarca del Almanzora y en los "Campos de Níjar" glosados en su día por el premio Cervantes, Juan Goytisolo. En las Negras donde la familia hemos residido estos días he visto en las puertas de algunas casas y en el camino que conduce desde las Negras hasta la Cala de San Pedro, las huellas blancas de la cochinilla del carmín, en algunas pencas. Y he visto, ¡Ay! suciedad en nuestra playas, en parte por días pasados de temporal que arrastraban desde el mar interior a la costa sus vergüenzas, pero también en los accesos a las playas (¡En la playa del plomo no hay ningún contenedor para recoger basuras, envases y residuos del consumo!) y en los pueblos y en las urbanizaciones hay que poner contenedores clasificados por residuos: basura (faltan contenedores de residuos orgánicos separados del resto), cristal, envases, plásticos, papel, etc. Y si a eso le añadimos la escasa educación ambiental de algunos y algunas de nuestros paisanos sean andaluces o sean visitantes, sean residentes o sean inmigrantes que residen en nuestra tierra, pues tenemos como resultado una deficiente educación ambiental y urbana que afea nuestras calles, nuestros pueblos y nuestras playas.
Almería, guardas tu belleza para tus vecinos, para tus paisanos, para los visitantes, para los viajeros que acudimos a gozar de tus maravillas naturales. Hace falta que las administraciones se ocupen más de ti, que te cuiden y te mimen y que procuren mantener paisajes y edificaciones sostenibles que contribuyan a mantener la maravilla natural que nos ofreces, por eso, mal que les pese a los vecinos de Carboneras, ese hotel del Algarrobico, en mala hora construido debe de ser destruido, y en su lugar tratar de construir otras edificaciones más amables y respetuosas con el entorno. El turismo de calidad ambiental y paisajístico de la costa del Cabo de Gata demanda otro tipo de edificación hotelera que generará atractivo, prestigio y riqueza para el futuro de los habitantes de Carboneras. Y a los jueces: diriman de una vez este galimatias jurídico en que se haya sumido el dichoso hotel que averguenza a los amantes de Almería y de su valioso patrimonio natural y arquitectónico. Y a los arquitectos copien de los arquitectos
árabes que construyeron esa bella Alcazaba que sigue siendo admirada por los hombres y mujeres del siglo XXI
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