martes, 19 de enero de 2016

DEHESA DE ABAJO, y CAÑADA DE LOS PAJAROS, PUEBLA DEL RÍO, SEVILLA








Esta mañana he ido con unos amigos a revisitar la Dehesa de Abajo, en Puebla del Río, Sevilla, en el entorno del Gran Río Guadalquivir cuyas aguas inundan los arrozales en esta fechas y buena parte de las instalaciones marismeñas de Veta la Palma. A la dehesa se llega cogiendo la carretera que sale de Sevilla hacia Coria y Puebla y sigue hacia Isla Mayor. Dejando atrás Puebla del Río la carretera se halla cercada por arrozales a la izquierda y por campos ganaderos a la derecha. La carretera está escoltada en un tramo por un bosque de eucaliptos, a la derecha está La Cañada de los Pájaros, y te lo anuncian los nidos de cigueña en la copa de los pinos que abundan a la derecha cercando La Cañada de los Pájaros, que tan bien cuidan Plácido y Maribel desde hace muchos años, y que recomiendo vivamente que se visite, pues puedes encontrar numerosas especies de aves, entre las que sobresalen las grullas, los flamencos, las fochas, todo tipo de anátidas, cigueñuelas, garcetas y garzas, una pasada de aves, vamos.  En La Cañada se está preparando como todos los años, un acto el día de los humedales que será el sábado 6 de febrero y en el que habrá suelta de aves. Será a las 12h y se lo recomiendo a niños y mayores. Creo que estaré en ese homenaje a las aves, a los humedales, y a la libertad, en el que se pedirá a la sociedad, al Ayto y a la Junta que no dejen de apoyar a la labor encomiable y maravillosa que Maribel y Plácido vienen realizando desde hace muchos años. Causas como ésta hay que apoyarlas y hay que protegerlas.  Dejando atrás La Cañada, Sigues hacia la izquierda y llega un momento en el que te encuentras a mano derecha la entrada a la Dehesa de Abajo, espacio natural en el que abundan las cigueñas, posiblemente la mayor colonia de cigueñas de Andalucía. Los gestores han establecido un aparcamiento por el que se cobran dos euros, que está bien, y desde hace tiempo hay un bar-restaurante que al término de la visita puede ayudar a calmar la sed e incluso el hambre.  El recorrido por la dehesa está marcado por unos paseos cercados con una sencilla valla de madera para favorecer que los visitantes respeten el entorno ambiental. Las cigueñas sobrevuelan las copas de los pinos. Las grajas saltan de los árboles y evolucionan silueteando su figura negra sobre el pinar o sobre la el borde de la laguna. ¡Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo! Y frío hacia esta mañana del 19 de enero. Vacas, caballos, pacen plácidamente en las praderas verdes o pastan disfrutando de ese lugar impregnado de silencio y paz. Si te acercas a la laguna que ahora está muy llena de agua, verás a poblaciones de fochas, de cigueñuelas, y una colonia de flamencos de unos 250 individuos, y otras variedades de aves. Es un placer pasear tranquilamente una mañana laborable por estos entornos sin apenas visitantes. Los fines de semana acuden visitantes, curiosos, vecinos de Puebla, Coria y otros pueblos del Aljarafe, y viajeros que han oído hablar de este espacio cercano a Sevilla que merece ser visitado. Una queja o denuncia suave: Los carteles indicativos de fauna están muy deteriorados con el paso del tiempo y alejados de los senderos marcados, por lo que el visitante tiene que saltar la valla para acercarse y ver la información sobre las especies que como la tortuga, el cernícalo, el águila ratonera o el lince aparecen en los carteles que hay que cambiar por unos nuevos, pues lo piden a gritos. Las tablas arroceras inundadas y llenas de avifauna, el Gran Río Guadalquivir y la luz fría de invierno iluminando en grises la Cañada de los Pájaros y la Dehesa de Abajo, un espectáculo de belleza natural que hay que revisitar
¡Tratar de ser felices con vuestro entorno social, con vuestro entorno natural para que podamos legárselo a las futuras generaciones!Ezequiel Martínez


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