"QUEJIO", TAVORA REGRESA CON SU TEATRO DENUNCIA
El actor y dramaturgo, Salvador Távora regresa con una de sus obras emblemáticas "Qiejío" que fue estrenada en el Gran anfiteatro de la Sorbona en París el 22 de abril de 1972, por el grupo La Cuadra de Sevilla, cuando en España el franquismo se acerfaba a su final. 45 años más tarde, el público joven y  mayor puede acercarse a ver "Quejío" en el Teatro Távora, Avda. de Hytasa,14, Sevilla, del 23 al 26 de febrero, a las 20h30. La obra hmenajea a José Monleón y a Paco Lira.
A pesar de los años transcurridos, Quejío tiene sentido en el siglo XXI, porque aunque la sociedad andaluza se ha ido desarrollado con avances sociales, y económicos,aún quedan centenares de miles de andaluces que  siguen viviendo en la pobreza, son víctimas de las desigualdades y padecen hambre de cultura y educación. El pellizco de "Quejío" nos sobrecoge porque su grito desgarrador nos recuerda que queda mucho por hacer en Andalucía. Salvador Távora que actuó como cantaor II, ha sidosustituido por Florencio Gerena.Jaime Burgos tosustituye en el ppel de mujer a Angelines JIménez o Conchi Suárezma la guitarra que tocó en 1972; El Cabrero o latiguera que cantaron en París, son ahora sustituidos po Manuel Vera "Quincalla". Mónica de Juan; el que fuera bailaor en París, Juan Romero toca ahora la flauta y le sustituye en el baile  un brioso Juan Martín; y los cantaores Pepe Suero y Miguel López de entonces, son ahora representados por Mauel Márquez de Villamanrique. El Quejío desgarra en un escenario iluminado por unas simpoles candilejas: ¡Qué hasta el aire que respiro/ que me lo quieren quitar/ Abréme la puerta madre/ que me voy a desangrar!
Una escenografía sobria, sencilla, de campo, en la que las cuerdas, las cadenas, la guadaña, la hoz y el biergo sobresalen como instrumentos de defensa ante la opresión. Sólo ponemos la crítica en el papel pasivo y dócil de la mujer a quien se presenta como una magdalena, dispuesta al servicio del hombre. Hoy, habría que haber dado a la mujer un papel más enérgico y reivindicativo después de los años de lucha por la igualdad que afortunadamente avanza, aunque como vemos hoy, desgraciadamente, sigue siendo víctima de la violencia machista.