VERANO 2015
Este verano caracterizado por el calor sofocante del mes de julio, que nos ha sumido a buena parte de los españoles y sobre todo de los levantinos y andaluces en unos días muy calurosos con los termómetros por encima de los 40 grados centígrados, y en algunos casos llegando a 46 y más grados en registros a pleno sol. Y no digamos, las insufribles noches, con temperaturas que no bajaban de los 28 grados que no nos permitían dormir ¿Cómo estará siendo el verano en zonas del Sahara y en Oriente medio?
El mar y la playa sin duda, polarizan el atractivo de la gente que ansía cada año, salvo que vivas en una población marinera o de costa, ver el mar, oírlo, gozarlo bañándote en sus aguas , disfrutar de los paseos en bañador por la playa, o desnudo/a en la playas nudistas o más libertarias. Y gozar de unos helados a media tarde, o de unas cervezas refrescantes y unos vinos acompañando a esas excelencias gastronómicas que provienen del interior del mar, esos pescados a la brasa abiertos a la espalda, esos boquerones y esas sardinas exquisitas del Mediterráneo de Málaga, Granada y Almería, y del Golfo de Cádiz que llega hasta Ayamonte, y que sin embargo, siempre parecen de segunda división en las pescaderías, aunque sean unos pescados de primera; la variedad de marisco (Un arroz con gambas, con langostinos, con almejas, con langosta, o con un bogavante); la glotonería de disfrutar de los bivalbos (almejas, coquinas, chirlas, mejillones al vapor, berberechos, etc, etc): la maravilla rojiza de una gamba de Huelva o de Almería, el langostino de Sanlúcar; los camaraos del Algarve, los pargos, los robalos o lubinas frescos del mar, y todo ese disfrute después de tomar el sol y pasear por la playa, o en la noche tras haber regresado del baño y de la puesta de sol, tras la ducha reparadora y el arreglarnos un poco para salir con nuestros seres queridos y con los amigos y amigas a disfrutar del ambiente nocturno en el lugar escogido del verano. Y que decir, si nuestro destino es el interior, un pueblo de la sierra, de la montaña, una ciudad con solera histórica, con ambiente de día y de noche, lugares donde uno se retira porque quiere estar más tranquilo, sin el movidón de la playa y de los lugares de costa, pueblos de interior en los que el silencio se adueña de las tardes, y la chicharra nos deleita con su canto, donde la brisa del viento al atardecer y el sonido lejano de las esquilas del rebaño se agradecen cuando el día ha sido caluroso; la llegada de la noche y el salir a disfrutar con los amigos y la familia por las calles y plazas del pueblo donde se anuncia la feria o la fiesta mayor, que traerá noches musicales, noche abiertas al disfrute en ese pueblo, en esa ciudad en la que sentimos el sonido silencioso del tiempo en las pisadas con las que hollamos las piedras centenarias y admiramos las murallas milenarias, acaso; y las fachadas de las iglesias y los faroles de gas que alumbran el camino nocturno que nos conducirá a ese bar, ese restaurante en el que gozaremos de los encantos gastronómicos del lugar, con productos criados por agricultores y ganaderos y pescadores que cada día salen a recoger la cosecha para servirla a los restaurantes cercanos donde aprecian la labor que hacen los vecinos productores, pues saben que esa ayuda al sector primario redundará en que la gente siga asentada en el medio rural y los jóvenes se sientan orgullosos de continuar con la tarea de sus padres y abuelos, y así la noria de la vida seguirá girando en el medio rural que debemos de contribuir a que siga vivo y habitado, resultando atractivo para el viajero, para el veraneante, para el visitante que ha decidido pasar unos días en ese pueblo de interior, en esa ciudad histórica o no, en ese pueblo de la costa, en esa isla azotada por el viento y por el oleaje en invierno, que ahora nos muestra en verano su cara más amable y refrescante soleada por el mediterráneo o por el atlántico, donde las mañanas son azules y las tardes, un tanto así, turquesas. Este tiempo de verano en el que el amor nos acaricia con su embrujo y nos invita a gozar de los besos, de las caricias y otros placeres más íntimos que la sábana oscura de la noche suele guardar a los ojos de los indiscretos e indiscretas. Que siga este verano haciéndonos gozar, distraernos de nuestras rutinas y saborear y paladear los momentos delicados y armoniosos que nos ofrece esta maravillosa vida, en cualquier punto del Planeta, ya sea ahora invierno (ya llegará el verano) o ya estemos disfrutando del verano (ya llegará el otoño y tras él, el invierno). Salud y felicidad y a los políticos: Aprovechen para descansar, cargar las pilas, y retornar con ganas de construir sociedad y país, que para destruir ya están los malvados, los terroristas, los destructores de la vida, las fuerzas del mal, que se oponen a que la gente sea feliz con su cultura, con su forma de vida, con su religión o no, o incluso con otra religión, y con el derecho inalienable de ellas y de ellos a la libertad de escoger como quieren vivir su vida. ¡Disfruten que aún queda verano por delante!
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