miércoles, 4 de marzo de 2015

Soledades En la soledad de la noche mientras tú ya duermes sembrando la almohada de sueños rosas, azules, verdes y amarillos. En numerosos pueblos de la tierra pupilas infantiles reflejan terror ocultas en un rincón del alma de la desconsolada madre. Quien goza de la paz, no concibe el sufrimiento de las gentes rehenes del odio, de la guerra y del fundamentalismo tiránico y absurdo. En la soledad agradecida de la noche con luna llena rodeada de tristeza pienso en las largas noches de los otros que no confían en llegar a un nuevo día. Y maldigo a los que en nombre de quimeras privan de libertad y acaso de la vida a quienes la ven de forma diferente y sueñan con un mundo sin armas y sin odios. Gente temerosa de pueblos, de países de religiones, y territorios en conflicto Niños, mujeres, adultos y mayores Desmemoriados de amores y sonrisas. A estos invisibles presos del horror mi ánimo, mi aliento, mi socorro en estas negras noches de sus vidas a la espera de un libre y nuevo amanecer.

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